José León, Manolo Boorques y Eduardo Rebollar)
La tercera conferencia del seminario se celebró el pasado día 6 de noviembre, a cargo de Manolo Boorques, acompañado al cante por José León Moreno y a la guitarra por Eduardo Rebollar.
Podríamos titularla “Sobre los cimientos del flamenco. Los cantes básicos”. El conferenciante aludió a sus investigaciones en los últimos 25 o 30 años para contrastar lo poco que se sabe de los inicios del flamenco documentadamente, en tanto no se dejó grabación alguna, por carecer de las técnicas actuales, y los cantes eran muy personales, dando pie a apellidar a cada palo con el nombre del cantaor que personificaba ese cante.
Paseamos por el cante de la Caña y el Polo, interpretando José León algunos ejemplos, centrando su antigüedad a finales del siglo XVIII. Posteriormente por la Soleá, Seguiriyas y Toná…
Literariamente, la toná procede de los romances gitanos y es considerado el cante flamenco más antiguo. Los martinetes, las carceleras y la debla son variedades de tonás que se diferencian por la temática de sus letras y se caracterizan por no llevar acompañamiento de guitarra.
Recalcó lugares significativos en su génesis y desarrollo, como Triana, donde los encuentros en los bares y lugares de ocio daban en confrontación al cante. El Cante del Zurraque es un claro exponente de estas reuniones para “zurrarse mediante el cante”.
Tras la disertación y su acompañamiento explícito en el cante, se produjo una segunda parte dedicada únicamente a la actuación del cantaor acompañado de la guitarra. Esta parte o recital fue, así mismo muy aplaudida por el buen hacer de José León y Eduardo Rebollar.
En suma una excelente actuación por parte de los actores, tanto del conferenciante como del cantaor y el guitarrista, que culminó en una estupenda velada donde el aficionado pudo disfrutar del flamenco y su evolución histórica.
Podríamos titularla “Sobre los cimientos del flamenco. Los cantes básicos”. El conferenciante aludió a sus investigaciones en los últimos 25 o 30 años para contrastar lo poco que se sabe de los inicios del flamenco documentadamente, en tanto no se dejó grabación alguna, por carecer de las técnicas actuales, y los cantes eran muy personales, dando pie a apellidar a cada palo con el nombre del cantaor que personificaba ese cante.
Paseamos por el cante de la Caña y el Polo, interpretando José León algunos ejemplos, centrando su antigüedad a finales del siglo XVIII. Posteriormente por la Soleá, Seguiriyas y Toná…
Literariamente, la toná procede de los romances gitanos y es considerado el cante flamenco más antiguo. Los martinetes, las carceleras y la debla son variedades de tonás que se diferencian por la temática de sus letras y se caracterizan por no llevar acompañamiento de guitarra.
Recalcó lugares significativos en su génesis y desarrollo, como Triana, donde los encuentros en los bares y lugares de ocio daban en confrontación al cante. El Cante del Zurraque es un claro exponente de estas reuniones para “zurrarse mediante el cante”.
Tras la disertación y su acompañamiento explícito en el cante, se produjo una segunda parte dedicada únicamente a la actuación del cantaor acompañado de la guitarra. Esta parte o recital fue, así mismo muy aplaudida por el buen hacer de José León y Eduardo Rebollar.
En suma una excelente actuación por parte de los actores, tanto del conferenciante como del cantaor y el guitarrista, que culminó en una estupenda velada donde el aficionado pudo disfrutar del flamenco y su evolución histórica.
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Reportaje y fotos: Antonio Porras.
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