Una vez más se ha celebrado nuestra jornada anual de convivencia para compartir y degustar una buena paella condimentada y aderezada por nuestras amigas y compañeras de la familia Raya y Conchi Cabrera. El arroz, como siempre excelente, al igual que el resto de las viandas y demás nutrientes servidos, sin olvidar los buenos caldos y resto de bebidas.
Hemos de volver a dar las gracias a todos aquellos que han trabajado para que pudiéramos disfrutar de esos momentos. Casi siempre suelen ser los mismos y a veces se echa de menos algún que otro apoyo y participación, pero el éxito del evento sigue siendo manifiesto. No obstante, este reportero oyó que se habían inscrito 70 y habían aparecido 150. Cuan difícil debe ser prever tanto desmarque, tanta diferencia entre los previstos y los asistentes. Pues bien, al final todo el mundo pudo participar del banquete gracias a los desvelos de los organizadores. Eso sí, rogaron encarecidamente que para otras ocasiones nos preocupemos de notificar nuestra presencia e, incluso, de agenciarnos el vale correspondiente.
Dicho esto, he de hacer notar la buena camaradería que se observó. El ambiente y la compaña fueron favorables y todo acabó en un excelente acto de convivencia entre amigos, paisanos y amantes del flamenco, que se unieron para el disfrute anual que se viene realizando desde hace ya años.
Para los amantes de las fotografías, cuelgo un slide con 50 de ellas, donde puede o deben aparecer todos los asistentes, al menos una vez, aunque se haya escapado alguno por causas ajenas al fotógrafo que, como ya se sabe, es un mero aficionado.
Reportaje y fotografía: Antonio Porras
